6/17/2009

Blanco


Siempre me han gustado los maniquís. Los que se pensaron para que parecieran muy humanos son los que menos me atraen. Es mucho más difícil imaginar cosas. Son los blancos, totalmente blancos, los que me permiten inventar historias. Les dibujo cara, les coloreo los pezones o les dibujo lunares imaginarios en la ingle.
He llegado a dormir con alguno. Las primeras veces me costaba un poco por el tacto tan duro de los pechos o las nalgas. Luego aprendí a acomodarme, incluso podía simular estar follando como si lo estuviera haciendo con Marimar. Con ella ya casi no hago nada. Dejo que me la chupe y poco más. Es buena chica, pero no me termina de llenar.
Marimar dice que siempre la tengo dura. Que no ha visto una cosa igual. Lo que no se ha fijado es en que el brazo derecho se está poniendo rígido y los dedos de los pies ya no pueden doblarse ni un milímetro. Al mirarme en el espejo me veo pálido, apenas tengo pelos en las piernas. Los que tengo son blancos. Me veo y me gusto. Cada día más.


3 comentarios:

Ginebra dijo...

Pues casi que la Marimar se va a acabar dando cuenta, eh,

Violetera dijo...

La Marimar es tonta del culo. La veo enganchada toda la puta vida preguntándose el porqué de las erecciones eternas.

Borrasca dijo...

Bien dicen que lo bueno si es corto, doblemente bueno!!!!

Besos borrascosos